Sin electricidad, ni agua corriente, ni calefacción, ni ningún confort moderno, como huida del mundanal ruido, la sobria Capilla del Monte (Capela do Monte) que firma el portugués Álvaro Siza Vieira en el Algarve es todo un canto al ascetismo y la mesura. Dentro del complejo del Monte de Charneca, ideado para el retiro y ubicado en la escénica región del sur portugués, concretamente en Barao de San Joao, Lagos, una idílica localidad entre olivares, la pequeña capilla se erige como un cúbico monolito de piedra caliza.
Capela do Monte.
Es precisamente la cuidadosa selección de materiales la que permite que el edificio no requiera de un condicionamiento térmico “artificial”, ya que sus ladrillos perforados se han ideado para que la estancia se caliente y enfríe de manera natural, respondiendo al clima. Para ultimar este sistema de climatización natural pasiva, Siza se ha inspirado en el arquitecto egipcio Hassan Fathy.
Capela do Monte.
El octogenario arquitecto, galardonado con el Pritzker y autor de reputados proyectos en el Norte de Portugal (Boa Nova Tea House o las piscinas de Leça de Palmeira), concibe esta creación como “un proyecto puramente arquitectónico”. Si hay un atributo que pueda definir la compacta estructura, de apenas 65 m2 y con unas medidas de 10,34 m de ancho por 6, 34 m y 6 metros de alto, es su pureza, en el sentido de “esencialidad”.
Capela do Monte.
La limpia y casi rigurosa fachada en forma de U de la capilla y su humilde terraza sobre la colina se destacan como un acento en el paisaje. Una apertura tras la fachada permite que se filtren en el interior tanto la luz solar como la brisa. En el interior, en el ingreso, destacan tres grandes murales de azulejo que recrean escenas de la vida de Jesús. Los bocetos son obra del propio Siza Viera y han sido elaborados por el artesano Viúva Lamego.
Capela do Monte.
Junto al altar, elaborado en madera, llama la atención una minimalista abstracción de la cruz (casi una T). Las paredes de la capilla, en tonos pálidos, se alicatan hasta media altura mientras que el toque de color procede de la, también austera, sillería en madera, diseñada de nuevo por Siza.
Capela do Monte.
El complejo de Monte de Charneca es el proyecto personal de una pareja que comenzó con la rehabilitación de siete villas rurales. Hoy es energéticamente autosuficiente y cuenta con un olivar, además de un huerto de cítricos, higueras y almendros. Los propietarios han confirmado que Siza Viera supervisará ulteriores desarrollos del complejo.
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