domingo, 12 de julio de 2020

Espacio y ciudades Capi Corrales Rodrigáñez


“Mi obra es siempre una proposición lógica cuya esencia radica en la distribución y reordenación de objetos espaciales. Esta recíproca posición espacial de los unos con los otros y de unos hacia otros expresa así relaciones y esencias, de modo que cualquier desarrollo o variación se entiende, que la complejidad viene debida a una determinada relación.” (Asins, 1991)(1)
Condicionada por la manera en que tenía entonces lugar la impresión digital de imágenes —una detrás de otra sobre papel continuo—, la manera en que Asins distribuía los volúmenes en 1991 consistía en ponerlos en fila india. Tras su trabajo en Zarautz, comenzó a moverse por todo el espacio tridimensional. Canons 22 le llevó también a preguntarse qué entendía ella por la cuarta dimensión. Para empezar cayó en la cuenta de que llevaba años trabajando ya con cuatro dimensiones. Puesto que pensaba sus piezas a partir de puntos moviéndose en el espacio tridimensional —según reglas que describía matemáticamente a su ordenador—, tenía que empezar dando cuenta de la dimensión de los puntos.
Un punto, matemáticamente hablando, tiene dimensión 0. La primera dimensión es, puess, la dimensión cero, la dimensión de los puntos. La segunda dimensión es la dimensión de las líneas; una línea tiene dimensión 1. La tercera dimensión es la dimensión de los planos, que tienen dimensión 2. Y, finalmente, la cuarta dimensión es la de los volúmenes, de dimensión 3. Si, hablando con precisión (y Asins era muy precisa en su trabajo), la dimensión 3 es la cuarta dimensión, a lo mejor numerar las dimensiones no tenía mucho sentido para su trabajo…Y si no tenía sentido numerarlas, ¿tenía sentido darles nombre? Ella buscaba hacer posible la experiencia de otras dimensiones distintas de las cuatro primeras (físicas y estáticas), se llamasen como se llamasen. Leyendo a Wittgenstein había aprendido que ni es necesario que algo sea nombraba para que sea real, ni todo lo que es real se puede nombrar. Daba igual llamarlas tiempo, movimiento…¿relación? Al fin y al cabo, el tiempo puede pensarse como relación entre eventos, y el movimiento como relación entre posiciones. Dado que distintas relaciones dan lugar a distintos espacios, podría pensar las posibles especialidades de dimensión mayor que 3 simplemente como los posibles espacios generados por relaciones entre estructuras de dimensión 0, 1, 2 o 3.
La relación entre los dos menhires, uno dentro del otro, de Menhir dos, había hecho entender a Asins qué exactamente quiere decir la matemática cuando habla de espacio como relación entre las cosas. También le había posibilitado (como a muchas de las personas que entramos en la pieza) experimentar otro significado de la palabra vacío. En la instalación, el lugar físico entre ambos menhires no estaba vacío en el sentido carente de contenido; no había objetos, pero había un espacio, un espacio generado por las relaciones de tamaño y posición entre ambos menhires. Entrando en tu propio ser, habitándote, eras capaz de percibir ese espacio, esas relaciones y podías ver los menhires sin necesidad de que tus ojos los viesen. Ese espacio no era aire, ni era volumen, era otra cosa y era de otra dimensión. Innecesario (incluso si fuese posible) darle nombre.
En su casa de Aspiroz, donde se empadronó en 1997 (2), reflexionaba sobre el concepto matemático contemporáneo de espacio como un par formado por cualquier conjunto de cosas y una red de relaciones entre esas cosas. Simultáneamente, investigaba exhaustivamente las relaciones entre las distintas estructuras que componían sus series: canons, dólmenes, menhires, scale… A su alrededor mezcladas unas con otras, maquetas de todas ellas cubrían las distintas superficies. Espacios de dólmenes, los espacios en scale, espacios de menhires… conviviendo unos con otros, relacionándose unos con otros y conformando espacios de espacios que te envolvían cuando entrabas a la casa.
“Exactamente, mi casa, por ejemplo, es una obra mía, me la he hecho yo. Es una casa en blancos y negros, no hay puertas, es una casa muy especial. Es una obra mía en la cual penetras y te envuelve. Esto es un ejemplo de que lo que más me interesa es el urbanismo y la arquitectura. ¿Te das cuenta de que todo de lo que estamos hablando, cuánto ajeno es al color, a la pintura, a las sensaciones? He estado toda mi vida introducida en la estructura pura, en el orden del mundo.” (Asins, 2011) (3)
Que Asins acabara construyendo maquetas de esos espacios combinando figuras de estructuras distintas, y que investigase a qué experiencias daría lugar habitarlos, era solo cuestión de tiempo. Como lo era que acabase pensando cada una de estas construcciones, cada uno de estos espacios, como una ciudad, un espacio urbano único fruto de las distintas redes y relaciones entre las diversas estructuras utilizadas.
“P. Háblanos de tu interés por los espacios públicos, por el urbanismo…
R. Es lo que más me interesa. Sería feliz si me encargaran construir una ciudad. Todo lo que sea pensar… Me interesan los planos. Un artista que me fascina es Mies van der Rohe; una de sus plantas me llega más profundamente que un Velázquez. La arquitectura me ha interesado siempre. Yo quise ser arquitecta y trabajé con arquitectos siendo adolescente, iba a dibujar al Casón del Buen Retiro, y les tenía una gran envidia, de hecho Bellas Artes nunca me interesó… El espacio y el tiempo no se separan. Cuando creas un espacio, estás creando un tiempo de recorrido. Cualquier arquitectura, por pequeña que sea… un habitáculo es un tiempo.” (Asins, 2006) (4)
La muerte de Asins en 2015, en pleno proyecto de construcción (en colaboración con el Museo la Universidad de Navarra) de la primera de sus ciudades, nos dejó sin saber cómo serían o a qué espacios permitirían acceder. Solo podemos jugar a construir mentalmente posibilidades plausibles; jugar a construir ciudades a la manera de Elena Asins. Basta con elegir algunas de sus estructuras, leer algunos textos que nos puedan inspirar, y lanzarnos a ello.

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El presente texto es un fragmento del libro ¡Que no quiero que me expliquen! Elena Asins: espacio y ciudades de Capi Corrales. Publicado por Museo Universidad de Navarra, Pamplona, 2020.

Imagen de portada: Canons 22, instilación en el malecón de Zarautz, 1997.

Notas:

(1) Elena Asins, Canons 22, archivo personal de la artista, 1990. Reproducido en Asins 2001, pp. 285-286.

(2) Exactamente el 9 de agosto de 1997, según consta en el Registro del Ayuntamiento de Lekumberri.

(3) Joan Robledo Palop, “La desaparición de la imagen. Conversación con Elena Asins”, p. 44, Forma, Revista d’estudia comparativa: art, literatura, pensament, vol. 4 (2011), pp. 43-52.

(4) José Ángel Aretxe, “Conversación con Elena Asins”, Artecontexto núm 12, 2006.

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Capi Corrales Rodrigáñez es profesora de Álgebra en la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid.

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