martes, 23 de diciembre de 2014

Santiago Calatrava se querella contra la ley de la gravedad





Después de los tres millones de euros que el arquitecto Santiago Calatrava tendrá que pagar como indemnización por los fallos cometidos en el Palacio de Congresos de Oviedo, además de otras denuncias que tiene pendientes por todo el mundo, el equipo de abogados sin escrúpulos del famoso arquitecto ha anunciado que interpondrá una querella criminal contra la ley de la gravedad, en todas sus cláusulas.
“No estoy en contra de que pueda caer una manzana sobre la cabeza de alguien, aunque sea muy listo”, ha dicho Calatrava, “pero rechazo absolutamente que caigan las cosas grandes, sobre todo las mías”.
Al parecer, los geniales voladizos que el arquitecto proyecta en sus estructuras son sistemáticamente boicoteados por la ley que Isaac Newton promulgó en 1686, lo que obliga a disparar espectacularmente los presupuestos iniciales de sus obras.
El último y polémico caso del arquitecto-faraón, un rascacielos de cinco millones de toneladas suspendido sobre dos plumas de gorrión, dos cáscaras de cacahuete y un concepto, ha originado unos sobrecostes tan escandalosos que los expertos han llegado a considerar la posibilidad de volar la totalidad del edificio y el noventa por ciento de la ciudad que lo encargó. La solución que propone Calatrava, consistente en rectificar los polos magnéticos de uno de los satélites de Urano y que se le depositen cuarenta y cinco millones de euros en billetes pequeños “en un sitio que ya se le ocurrirá” ha sido calificada de imprecisa, además de cara y presuntuosa.

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